Los desafíos a los que nos enfrentamos las mujeres profesionistas, exitosas con visión de negocio que somos solteras después de los 35
Por: Aurora Lizette Galindo Martínez
Quiero compartir contigo uno de los desafíos a los que nos enfrentamos las mujeres profesionistas, exitosas con visión de negocio que somos solteras después de los 35- 40 y más…
Para algunas culturas estar soltera a estas edades demerita. Pareciera que no nos hemos realizado como mujeres, ya que no importan mis metas profesionales, mis retos logrados, mi posición dentro de la organización, ni qué tanto haya estudiado o me siga preparando, nada importa si aún no tengo el título de mamá o esposa.
Atravesamos por juicios y etiquetas sociales todo el tiempo: “quedada“ “solterona“ “exitosa pero sola“ “te falta una pareja“ “se te va a pasar el tiempo“ “congela tus óvulos“ “ten un hijo“ presión constante a “para cuándo te casas“, etc., pocas veces preguntan sobre cómo me siento, cómo le he hecho para ir construyendome y para reinventarme con las experiencias retadoras propias de la vida.
Estos juicios conllevan establecer limites a los hombres que se acercan a nosotras con intención de conquistarnos pero no para construir una relación desde el amor, con proyectos y propósitos en común, sino para vanagloriarse, creyendo que porque somos “grandes de edad“ estaremos dispuestas a todo tipo de relación. Sí, si es verdad que anhelamos compartir con una pareja, pero no llevamos prisa, nuestro nivel de conciencia y madurez es diferente, el mundo profesional nos abre otras posibilidades., me he vuelto más competitiva, resolutiva, y aunque he aprendido a transitar mundos inciertos, ambiguos, complejos., sigo siendo vulnerable, amorosa, cariñosa y da igual si ya tengo cincuenta, quiero saberme escuchada, acompañada, amada.
Sé que para la mirada de algunas personas, cubrir el rol de mamá y esposa seguirá siendo la meta para nosotras, y ambas experiencias se limitan a un tiempo. Pero no, no hay nada más alejado de la realidad que estos juicios, nuestro éxito no se mide en función a los hijos que tenemos, ni al anillo de matrimonio que poseemos. Ser mujer es más que cumplir un rol social. Hoy entiendo que la edad es relativa, en cualquier momento puedo elegir a mi compañero de vida, no tendría porque aceptar cualquier tipo de vinculación con tal de tener a alguien a mi lado, y si, si tengo un reloj biólogico, sin embargo concebir un hijo es de gran responsabilidad y se requiere de dos voluntades, dos corazones. Estoy convencida que ningún rol social determina mi SER mujer, ni el AMOR, la PLENITUD y la FELICIDAD con la que construyo mi vida.
Confieso que el principal reto es con nosotras mismas, trascender el miedo a la soledad, darme el valor que merezco y reconocer mis logros requiere mucha valentía y trabajo personal, es un proceso retador que trae consigo el hermoso regalo de saberme acompañada pues a pesar de mis circunstancias nunca estoy sola, siempre estoy conmigo y Dios me acompaña.
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