Aprender de los buenos momentos: Nuestras buenas experiencias para mejorar nuestro presente
Todos tenemos un momento en la vida que podemos recordar con gran claridad y con gran alegría.
Donde todo nos salía por más improbable que pareciera, donde amanecíamos de buenas y con ganas de empezar el día y al llegar la noche existía la plena satisfacción de los objetivos cumplidos y el esfuerzo realizado.
Ese momento quizá esté relacionado con un lugar, un etapa o experiencia que realmente se conectaba con nosotros y si bien no podemos ni debemos tratar de repetir lo que ya paso (por más bueno que haya sido), si podemos tomar utilizarlo como base para reincorporar lo mejor de nosotros mismos a nosotros mismos.
Fijémonos en nuestros hábitos:
¿Qué hacíamos diferente?
¿Qué comíamos?
¿Qué música escuchábamos?
¿Con que gente convivíamos?
¿Qué deporte practicábamos?
¿Cómo pasábamos nuestro tiempo libre?
Estos indicadores nos pueden ayudar para recuperar ese sentir, para volver a hacer de ESTE momento, un gran momento.
Todos tenemos una fórmula que nos da lo que esperamos, fórmula que en la gran mayoría de casos requiere gran disciplina, pero si ya sabemos que es la puerta a lo que buscamos y nos hace ser quien realmente somos, apliquémosla, aumentemos la dosis pero sobretodo no la disminuyamos ni abandonemos.
Si hemos recorrido un camino y con ello aprendido muchas lecciones, seamos lo suficientemente inteligentes para utilizarlas a nuestro favor.