Ximena Ayala: No creo que el éxito sea una cuestión individual, es una cuestión compartida
Ximena habla sobre sus inicios en el mundo de la actuación, los maestros que la inspiraron a ser quien es ahora y cómo su viaje a Francia impactó en su persona y en su carrera.
¿Cómo fue tu comienzo como actriz?
Por enamoradiza jaja… me enamoré del maestro de teatro de la secundaria y era la clase que más me gustaba, a la que le empecé a echar muchísimas más ganas y bueno, más allá de que me haya enamorado del maestro, ese fue como el gancho para conocer el mundo del teatro, de las emociones y ese fue mi primer acercamiento al mundo de hacer personajes. Por azares del destino me cambiaron de escuela y entonces yo misma busqué clases de teatro porque era un nuevo espacio en el cual yo me sentía muy libre, me sentía muy bien y todavía no sabía que yo me podía dedicar a ser actriz, simplemente era como un complemento formativo. Y a través de mi jugar y de mi descubrir estando en mis clases de teatro, empecé a ver obras y no me gustaban, como que no me identificaba mucho con ellas, sentía como muy forzados a los actores y la manera en la que se desarrollaban en el escenario y pensaba “yo no quiero ser actriz, porque yo no quiero ser así, a mi me gusta ir a mis clases de teatro porque me divierto y porque vuelo y me hace muy feliz” pero no pensaba en ser actriz profesional.
¿En qué momento te diste cuenta de que querías dedicarte a eso?
En el momento en que me invitan a hacer una película que se llama Perfume de Violetas. Todavía en ese momento yo era muy joven y también estaba como probando y no tenía ninguna expectativa aún de qué iba a suceder en el futuro, y en el momento en el que es una película que tiene un reconocimiento sumamente grande, tanto a nivel popular como a nivel premios y festivales, de repente me doy cuenta que lo hice muy bien y que le gustó mucho a la gente y que me sentía en un terreno muy mío; algo nuevo que no esperaba pero que estaba buscando mucho y finalmente en ese momento, después de confrontar un poco el éxito con esa película y con ese personaje, es que decido ser actriz y estudiar y prepararme. Y me voy a estudiar a la escuela Jacques Lecoq en París, para confrontar la profesión de actriz.
¿Quiénes han sido tus ejemplos a lo largo de tu carrera?
Mi primer gran gran ejemplo, el que sembró la semillita del perfil actoral que tengo, es un maestro de teatro de Casa del Teatro que se llama Enrique Cortés (le dicen Donald), él definió mucho qué línea de actriz soy. También ví un espectáculo de teatro que me dio otra pauta del ser actor en el escenario, que es un trabajo de clown que se llama Daniele Finzi, es un clown suizo que vino a México y tuvo un periodo bastante largo aquí y con el cual tuve la oportunidad de tomar varios talleres y también él de alguna manera entintó mi trabajo y mi perfil como actriz.
Cuando fui a estudiar a Jacques Lecoq, yo no conocía esa técnica y conocí a un profesor de comedia del arte que estuvo muchos años en la compañía de Teatro del Sol con Ariane Mnouchkine y vino a México a dar un taller de máscaras de comedia del arte y lo tomé y me gustó muchísimo su pedagogía, su rigor corporal, su trabajo de imágenes que más allá de un trabajo psicológico o emotivo de antecedentes personales, era una técnica radicalmente diferente a lo que yo conocía. Él de alguna manera me llevó a conocer Lecoq porque Ariane Mnouchkine, la directora de Teatro del Sol había estudiado en Lecoq, entonces también fue esa otra línea la que me inspira muchísimo.
¿Qué te inspira?
Muchas cosas. Me inspira la naturaleza, me inspiran mucho los colores, soy una persona sumamente visual; me inspiran los museos, caminar en la calle, me inspiran muchísimo los aeropuertos, me encanta sentirme como en un limbo cuando estoy en transición en los aeropuertos. Me fascina ver a la gente porque siento que todos estamos en el mismo nivel, en un nivel de transición donde no hay ni pobres ni ricos y me fascina observar a la gente, es parte de mi materia prima como actriz y como ser humano poder indagar en historias, vestuarios, gestos corporales, me fascina hacer historias en mi cabeza. Los oficios, la gente que casi no se ve, los que están barriendo o sirviendo a alguien, eso me encanta de los aeropuertos.
También me inspiran los pandas, no sé por qué tengo una extraña obsesión con esos animalitos, porque cuando he tenido momentos de mucha ansiedad humana o realista como que de repente digo “me gustaría ser un panda y solamente relajarme y jugar¨”. me inspiran mucho.
¿Qué es el éxito para ti?
El éxito para mi es el bienestar, el poder tener la oportunidad de generar equipos creativos, poder generar enlaces, combinaciones de gente que tiene inteligencia, sensibilidad y poder crear, ya sea una obra de teatro, una historia, una comida, para mi eso es un éxito, un bienestar y un trabajo en colectivo. Yo no creo que el éxito sea una cuestión individual, es una cuestión compartida que finalmente así me gusta ver y generar espacios sanos de colaboración y compañeros de vida.
¿Qué te dijeron que era imposible o creíste imposible y después lograste?
La verdad yo creía que era imposible que aprendiera otra lengua, fui muy mala en la escuela, cuando me decían “tienes que aprender algo” yo decía “¡no, no lo tengo que aprender!” en la escuela, en la vida, en la sociedad te dicen ¨tienes que aprender inglés, porque si no sabes inglés no la vas a armar en la vida” entonces fui muy rebelde y dije que no quería aprender inglés y de repente como que me ví en el mundo y dije ¨¿por qué no aprendí inglés? ya estoy grande” y cuando fui a Francia me dí cuenta de que en realidad uno tiene las capacidades para aprender lo que quiera y aprendí primero francés y luego aprendí inglés y yo sentía como algo imposible poder comunicarme con otros idiomas.
¿Cuál es el mayor riesgo que has tomado?
Mi mayor reto fue irme a Francia sola, con desconocimiento de la lengua, con desconocimiento de a dónde iba. Iba con muchísima energía y muchísimas ganas, con un presupuesto bastante reducido pero con muchísimas ganas de empezar a labrar mi propio camino; más allá de lo que tienes que hacer, es seguir tus sueños, seguir el impulso, tus inquietudes e irte encontrando en el camino. Ese creo que ha sido mi mayor reto, darme cuenta de que puedo ser yo en cualquier lugar aunque no hable el idioma, hay una especie de luz y de fuerza magnética en Ximena para generar amigos y nuevos espacios de convivencia.
¿Qué amas?
Amo muchas cosas; amo la vida en general, amo ver el cielo, caminar descalza en el pasto, amo el olor de la tierra mojada, amo a mis padres, a mis hermanos, amo incondicionalmente a mis abuelos y me amo yo, me amo mucho. Básicamente amo la vida en general; la luz, los colores, las geometrías, lo simple. Creo que amo la simpleza de las cosas.
¿Qué te da miedo?
Me da miedo la desconexión, me da miedo el envejecer sola y la desconexión de un ser humano a otro ser humano.
¿Qué te hace sentir vulnerable?
Muchas cosas; creo que yo soy una persona muy vulnerable, también muy fuerte pero por ejemplo en este terreno del actor, hay muchos espacios vulnerables como las audiciones y los castings, me hacen sentir vulnerable porque nos exponemos como a una calificación, a una aceptación o un rechazo y eso como que de alguna manera me hace sentir un poco frágil. Lo juego, me divierto, a veces más y a veces menos.
¿Cómo te ves en 10 años?
Me veo feliz, plena, me veo con madurez, compartiendo muchísimo de lo que soy, me veo con una casa divina, con un árbol… sí, me veo compartiendo mucho lo que soy, creo que en 10 años podré construir justo ese sueño que quiero hacer que es generar una escuela de oficios donde la creatividad sea el mayor motor.
¿Qué causas o fundaciones apoyas y te apasionan?
Me gusta mucho cuidar la ecología, creo que es una parte fundamental el ser conscientes de cuidar el agua, de que nuestro paso por esta tierra lo podamos hacer lo más consciente que se pueda. Sé que vivimos en ciudades y que generamos basura y que el tener una computadora o aparatos electrodomésticos generan ciertos contaminantes, pero yo creo que hay otras acciones que también pueden ser menos agresivas con el medio ambiente.
Finalmente creo mucho en eso; apoyo mucho la conciencia ecológica, apoyo mucho también el reconocimiento y la valoración de las mujeres, de apoyarnos mucho entre nosotras, el de alguna manera hacer un frente común respecto a las atrocidades que vivimos, las injusticias… creo que las mujeres en este momento estamos asumiendo un rol de mucha fuerza y de mucha conciencia.
También apoyo una asociación que empezó acerca del abuso a menores que a mi se me hace fundamental, poder abrazarnos como seres humanos ante esa parte tan vulnerable se me hace fundamental.
¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
Ahorita estoy terminando una serie para Telemundo que se llama Guerra de ídolos, eso por un lado. Por otro lado yo tengo un trabajo personal que es un taller de producción de diseño y de piel, de productos básicos como mochilas, portafolios, estuches…
Estoy generando justo ese espacio creativo y funcional que se llama Homo habilis, este fin de semana tuvimos nuestro primer taller de marroquinería para empezar a compartir los conocimientos que ya hemos generado en este lugar y pues mi parte de actriz también es hacer castings, hacer audiciones, y como ahorita estoy finalizando este proyecto estoy entrando esta nueva etapa de buscar nuevos proyectos.
En septiembre estrena una película que se llama El día del temblor, que habla acerca del temblor del 85, donde hice un personaje apasionante y muy desencarnado que se llama Vázquez, que es una chava que se rifó y se volvió voluntaria para rescatar gente que se quedó en los escombros del 85. Entonces como parte de esta profesión, parte de la chamba es tanto ir a audiciones y castings como cuando tienes un nuevo proyecto, promoverlo y platicar de él para que cuando salga al público ellos tengan la curiosidad de ir al cine o de verlo en la tele.
Favoritos
Canción: Over the Rainbow Israel Kamakawiwo’ole
Película: Kill Bill
Libro: El Principito
Lugar: Todavía no lo conozco
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