Elia Gasull Balada: La posibilidad siempre existe si nunca te das por vencido y no pierdes de vista tus objetivos
Sundance Film Festival 2018
Èlia Gasull Balada es una montadora de cine española. Sus deseos de trabajar en proyectos que tuvieran proyección internacional la llevaron a Brooklyn (Nueva York), donde reside desde hace 5 años. Recientemente ha presentado en Sundance su último trabajo, THE KING, un road trip musical por Estados Unidos en el Rolls Royce que Elvis Presley adquirió en 1963. Platicamos con Èlia y nos contó cómo decidió dedicarse al arte y cómo es su día a día como montadora de cine.
¿Cuándo decides dedicarte al cine?
Decidí dedicarme al cine de adolescente, a los 16 años mas o menos ya tenía claro que quería contar historias y hacer películas. Estudié en Barcelona y el verano del 2010 me fui a Nueva York a hacer un workshop especializado para montadores, en una escuela que se llama The Edit Center. Esta experiencia me hizo descubrir todas las posibilidades que había en Estados Unidos para la industria del cine, y decidí dar el paso y mudarme.
¿Cuál es tu principal reto como editora?
Mi reto es tener una carrera que combine películas de ficción y documentales, porque me gustan los dos campos y no quiero limitarme a uno o al otro. De momento he conseguido equilibrarlo y mi reto es poder seguir haciéndolo a la vez que expando mis curiosidades hacia otros campos y disciplinas.
¿Cuál es el día a día de un montador?
El día a día de un montador consiste en pasar muchas horas en una sala de edición junto con el director de la película. En los rodajes hay mucha actividad, mucha adrenalina y el trabajo es más físico y más técnico en muchos aspectos.
El montaje tiene una parte técnica pero una vez la dominas se convierte en una práctica muy mental, focalizada en encontrar un lenguaje singular para contar cada historia. En los proyectos de ficción, el trabajo está muy centrado en el ritmo y las interpretaciones de los actores. Y en el caso de los documentales es un poco diferente, porque el guión se hace en la sala de montaje y una parte muy importante de tu día a día es escribir la historia a partir de todo el material que se ha rodado. Por este motivo los procesos de edición de los documentales se alargan mucho mas y normalmente se tarda como mínimo un año, a diferencia de los largos de ficción que se pueden montar entre 3 y 6 meses.
¿Qué representa THE KING y la oportunidad de trabajar con gente como Steven Soderbergh?
Formar parte de THE KING fue un sueño hecho realidad, porque cuando vine a Estados Unidos mi ilusión era trabajar en proyectos que tuvieran proyección internacional, y que se pudieran llegar a estrenar en muchos países. Cuando me ofrecieron la película, yo ya conocía el trabajo del director - Eugene Jarecki, había visto todos sus documentales: Reagan, Why We Fight, The House I Live In y The Trials of Henry Kissinger y respetaba mucho su talento para crear ensayos con un mensaje muy potente. Me di cuenta enseguida del potencial del proyecto después de ver las primeras reels de material y la verdad es que trabajar con Eugene ha sido una antes y un después en mi carrera. Su capacidad para construir historias de ambiciosa complejidad a partir de grandes cantidades de material te lleva a aprender muchísimo de su enfoque y de su proceso creativo.
Cuando Steven Soderbergh entró en el proyecto como productor ejecutivo fue una excelente noticia. Es un director que admiro desde hace muchos años, y su participación nos va a ayudar mucho con la distribución en las salas de cine.
THE KING es un recorrido por la historia moderna de Estados Unidos, ¿qué es lo que más te quedas de esa experiencia?
Después de revisar cientos de horas de material sobre este país me quedo principalmente con una idea: es muy difícil generalizar cuando se habla de una nación que incluye realidades tan diferentes. En mas de una ocasión se ha usado el término “caleidoscópico” para definir el retrato que THE KING hace de America. La idea de un conjunto diverso y cambiante la tuvimos muy presente durante todo el proceso de edición. No perdimos nunca de vista la cantidad de matices que teníamos valorar cada vez que trabajábamos con el concepto de una secuencia.
¿En qué proyectos estás trabajando ahorita?
Estoy editando un documental sobre Halston dirigido por Frédéric Tcheng (Dior and I). Halston se convirtió en un icono durante los años 70 porque fue de los primeros diseñadores de moda americanos en ser reconocido por las élites europeas de la alta costura.
¿Qué hábito ha sido fundamental en tu carrera?
El rigor y la perseverancia, la capacidad de estar muchas horas en una sala de montaje trabajando intensamente, y ser capaz de colaborar con directores de cine muy diferentes, entender lo que quieren, y saber trasladarlo a la gran pantalla.
¿Cómo defines tu ética de trabajo?
Mi ética está sobre todo enfocada en el trabajo colectivo. Las películas se pueden hacer gracias a la gran dedicación de todos los miembros de un equipo durante un largo periodo de tiempo. Valoro esto por encima de todo. Es verdad que el director es la figura principal y su visión marca las directrices, pero cada persona que forma parte de la estructura añade un valor, y yo intento siempre hacer participe a todo el equipo en el proceso creativo.
¿Cuál es el mayor riesgo que has tomado?
Irme a Estados Unidos y empezar a trabajar en una industria donde prácticamente no conocía a nadie.
¿Qué creíste imposible o te dijeron que era imposible y después lograste?
Cuando vine a este país, no pensé que podría venir con una visa de artista, y lo conseguí después de muchos esfuerzos. Cuando llegué, nunca imaginé que al cabo de cinco años tendría una película en Cannes y en Sundance. Pensaba que quizás después de muchos años llegaría a estos festivales, pero no tan rápido. El mercado americano es muy competitivo, pero la posibilidad siempre existe si nunca te das por vencido y no pierdes de vista tus objetivos.
¿Cómo te ves en 10 años?
Quiero seguir montando, pero también estoy empezando a desarrollar proyectos propios, principalmente relacionados con el arte y la danza. Hace mucho tiempo que sigo a diferentes coreógrafos y veo mucha danza en Nueva York y ahora mismo estoy trabajando en el concepto de una pieza de video arte con dos coreógrafas de Brooklyn.
¿Qué te inspira?
Me inspira mucho la gente con la que colaboro. He conocido a creadores muy diferentes que han alimentado cada vez más mi pasión por el cine y me han hecho creer y sobre todo crecer. Veo mucha danza, teatro, conciertos, exposiciones, y leo todo lo que puedo. De todo esto me nutro y me inspiro para poder aplicarlo luego en mi día a día.
¿Qué te da miedo?
La verdad es que el hecho de dejar tu país atrás y empezar una vida nueva en en una ciudad tan complicada como Nueva York, hace que se te pasen muchos miedos, te hace mas fuerte porque tienes que luchar mucho.
¿Qué amas?
La vida, el arte, y el dedicarme cada día a algo que me apasiona. Para mí no es trabajar, me siento una privilegiada porque hago lo que me gusta
Favoritos:
Película: La banda sonora de Cinema Paradiso.
Canción: Nostalgia de la luz y El Botón de Nácar de Patricio Guzmán.
Libro: Cualquier libro de J. M. Coetzee
Lugar: Nueva York.