Rosalía: Performance, moda y experimentación musical

Por: Montserrat Valdes

Del flamenco al reguetón conceptual, de las pasarelas al escenario. Así se reinventa una artista sin límites.

En una industria que a menudo exige fórmulas seguras, Rosalía Vila Tobella ha hecho carrera desafiando moldes. Su arte no cabe en géneros, idiomas o estéticas tradicionales. Es una propuesta total, un manifiesto visual y sonoro que mezcla tradición, tecnología, arte contemporáneo y cultura urbana.

De “Los Ángeles” a “Motomami”: mutación constante

Su primer disco, Los Ángeles (2017), fue una oda minimalista al flamenco más puro. Con El Mal Querer (2018), Rosalía se convirtió en fenómeno global fusionando narrativa medieval, beats de trap y producción cinematográfica.

Pero fue con Motomami (2022) donde dejó claro que su evolución no tiene techo: un disco experimental, fragmentado, sin miedo al ruido ni al silencio, al autotune ni al piano. Un proyecto que generó amor y controversia, pero jamás indiferencia.

El cuerpo como narrativa: performance y coreografía

Rosalía entiende el escenario como un lienzo. En sus presentaciones, el movimiento importa tanto como la voz. Cada gesto, cada mirada, cada respiración está cargada de intención. Su tour Motomami World Tour fue una coreografía controlada y cruda, íntima y caótica, que rompió con las convenciones del espectáculo pop.

Lejos de los fuegos artificiales y las multitudes de bailarines, apostó por la cámara en mano, las proyecciones minimalistas y una energía que conectó sin filtros con el público.

Moda, vanguardia y códigos visuales

La artista catalana también ha logrado posicionarse como ícono de moda, colaborando con firmas como Jean Paul Gaultier, Balenciaga y Nike. Su estética cyber gitana ha influenciado editoriales, portadas de revistas y TikToks de millones.

Pero más allá del look, lo suyo es coherencia conceptual. Rosalía no viste para verse bien: se viste para contar algo.

¿Qué sigue para una artista sin etiquetas?

En 2024, Rosalía sigue explorando nuevas sonoridades, colaborando con artistas emergentes y expandiendo su universo creativo hacia el cine, la poesía y la producción ejecutiva. No hay un molde que pueda contenerla. Y quizás por eso, es una de las artistas más emocionantes de nuestra era.

Desde Inspiras celebramos a quienes se atreven a redefinir lo posible. Y Rosalía, sin duda, es una de ellas.

Fuentes: The New Yorker, Rolling Stone, Vogue, El País

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