Confinamiento y salud mental
Desde que comenzó el confinamiento por la pandemia de coronavirus en 2020 hemos tenido que aprender a vivir de una forma muy distinta a cómo se acostumbraba antes, salimos lo menos posible a la calle y pasamos la mayor parte del tiempo en casa. Ya no hay convivencia cara a cara con los compañeros de trabajo, ya no hay salidas a reuniones con los amigos como se hacía antes, ya casi no hay nada que hacer más que estar en casa y trabajar. Lo extraño es que, aunque ya no realizamos tantas actividades fuera de casa, aun así a veces nos sentimos muy cansados cuando termina el día. En parte esto se debe a que el tiempo que ahorramos por no salir lo mal gastamos durmiendo hasta tarde, viendo series de televisión o simplemente revisando las redes sociales. Sin darnos cuenta se está afectando nuestro rendimiento y productividad ya que hemos normalizado realizar nuestras actividades cotidianas sintiendo cansancio todo el día, teniendo sueño, y andando sin ganas de nada más que de volver a dormir.
Es importante pensar si esta es nuestra situación ya que esta rutina de no hacer nada más que trabajar e ir a dormir para despertar al día siguiente y hacer lo mismo, aunado al hecho de que hemos limitado nuestra interacción física con otras personas al mínimo, no nos permite darnos cuenta de que a largo plazo, no sólo puede verse afectado nuestro rendimiento y productividad sino también nuestra salud mental. Supongamos que tenemos un mal día en el trabajo, lo normal sería contarle a un amigo o a uno de nuestros compañeros en la oficina lo que ha ocurrido sin embargo, cuando trabajas vía remota desde casa y no tienes a ningún amigo o compañero del trabajo cerca, a veces no hay a quien contarle el mal rato que has pasado. Lo mismo ocurre si fue un mal día en casa, si hay problemas económicos, etc. En ocasiones no hay alguien cerca con quien poder liberar todo este estrés que sentimos y simplemente seguimos adelante con nuestras vidas.
Es cierto que no en todos los casos es así ya que siempre hay alguien con quien hablar, y que no todos tenemos problemas de este tipo que nos hagan perder el sueño, pero también es cierto que no todos somos iguales. Hay personas a quienes está situación del confinamiento y la incertidumbre por la pandemia les ha afectado emocionalmente más que a otros, además están los problemas en el trabajo, los del hogar, y las situaciones personales que se puedan presentar día con día. El agotamiento en estas personas que no liberan ese estrés hablando con alguien más es peor ya que habrá un punto en que pueden llegar a desplomarse emocionalmente. Esto puede detonar también una depresión profunda o incluso originarles alguna enfermedad crónica. Por ello es importante que, si en algún momento sentimos que no podemos más con todas las emociones o situaciones que estamos viviendo, tomemos un momento y pensemos en cómo mejorar las cosas por nuestro propio bien. No esperemos a sentirnos hundidos, enfermos o al borde del colapso para actuar, y lo más importante, no tengamos pena de decir que necesitamos ayuda. Octubre es el mes en que se celebra el día mundial de la salud mental, aprovechemos y hagamos consciencia sobre este tema del que no muchos hablan.
Si al leer estas líneas crees que no ha sido tu caso sentirte así alguna vez, me alegro por ti ya que una situación como esta no es fácil de superar, y te invito a que reflexiones y mires a tu alrededor si alguien cercano puede estar pasando por un mal momento. En ocasiones cuando te sientes cansado, triste o deprimido lo que menos quieres es molestar a los demás y prefieres simplemente alejarte. Si conoces a alguien que crees que puede estar pasando por algo así acércate y pregúntale cómo está. Aunque no puedas aliviar su pena o resolver su problema, le hará sentir mucho mejor saber que, a pesar de todo, siempre hay alguien que esté para apoyarte emocionalmente.
Acerca de Demetrio Hernández Hernández
Licenciado en Administración con enfoque en Logística industrial por la Universidad Autónoma Metropolitana.
Colaboró como asistente de dirección en la Fiscalía General de la República.
Cuenta con cinco años de experiencia en el sector financiero trabajando para HSBC México en distintas áreas de Retail Banking.
Actualmente, junto con un grupo de colegas, trabajan con productores de cítricos en el Estado de Veracruz para lograr la colocación del producto a través de mejores canales de distribución.
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