Breve guía para dejar un mal hábito
La mayoría de nosotros tenemos algún mal hábito que nos gustaría dejar, por ejemplo: dejar de fumar, el consumo en exceso de azúcar, comprar lo que no necesitamos, morderse las uñas, checar en exceso el email, teléfono o redes sociales, entre otras distracciones.
El problema es que pensamos que no tenemos la fuerza de voluntad, basado en las experiencias del pasado cuando hemos intentado dejar un mal hábito y no lo hemos conseguido.
No creemos que podemos dejar de fumar, así que ni siquiera lo intentamos. O si lo intentamos, nos damos "breaks", y no nos comprometemos plenamente con nosotros mismos.
Déjenme decirles esto: para dejar un mal hábito tenemos que dar todo lo que tenemos.
Es difícil, pero factible - si pones todo tu ser en esto. Si no somos buenos en el cambio de hábitos, solo centrémonos en la creación de un nuevo y buen hábito.
Pero si estamos listos para finalmente dejar algo, aquí está una breve guía para hacer precisamente eso.
10 Pasos para dejar un mal hábito:
En realidad no tenemos que seguir cada uno de estos pasos para dejar el hábito, pero entre mas de estos pasos hagamos más posibilidades tendremos de vencer el mal hábito. Recomiendo todos ellos si buscamos comprometernos por completo.
1. Tener una gran motivación. Muchas veces las personas intentan dejar las cosas porque suena bien: "Sería bueno dejar la cafeína." Pero eso es una motivación débil. Lo que realmente queremos es una fuerte motivación: deje de fumar porque sabía que me estaba matando, y sabía que mis hijos fumarían como adultos si no renunciaba.
2. Conozcamos nuestro porque y conectemos con el mal hábito que queremos dejar. Escribirlo en la parte superior de un documento denominado el "Plan de Dejar."
Hacer un gran compromiso. Ahora que sabemos nuestra motivación, estar plenamente comprometidos. Un error común es decir, "Voy a hacer esto hoy," pero luego dejarlo cuando los impulsos se hacen más fuertes. Mejor, decirles a todos acerca de tu nuevo propósito. Pedir su ayuda. darles actualizaciones regulares y rendir cuentas. Tener un compañero de apoyo para llamarle cuando necesitemos ayuda. Pedirle a nuestra gente que no nos deje romper nuestro compromiso. Estar totalmente comprometidos.
3. Ser consciente de nuestros impulsos. ¿Qué acontecimientos desencadenan un mal hábito? El hábito no sólo sucede, sino que depende de otra cosa: fumamos cuando otras personas fuman, o compramos cuando estamos estresados, o comemos comida chatarra cuando estamos aburridos, o checamos nuestras redes sociales cuando sentimos la necesidad de llenar el espacio en nuestro día. Pon atención durante unos días y observa lo que desencadena el hábito, hacer una lista de los impulsos en el “Plan de Dejar”, y luego desarrollar una conciencia de cuándo ocurren los factores impulsivos.
4. Sepamos qué necesidad está cumpliendo el hábito. Tenemos malos hábitos por una razón - cumplen con algún tipo de necesidad. Por cada impulso que anotamos, mirar lo necesidad que el hábito cumple. El hábito podría estar ayudando a lidiar con el estrés. Otro tipo de factores impulsivos, es que nos puede ayudar a socializar, o hacer frente a la tristeza, el aburrimiento, la soledad, dejar de sentirse mal consigo mismo, estar enfermo, lidiar con una crisis, la necesidad de un descanso o de comodidad. Escribamos estas necesidades abajo en nuestro “Plan de Dejar” y empecemos a pensar en otras formas en las que puede hacer frente a ellos.
5. Tener un reemplazo para cada factor impulsivo. Saber que vamos a hacer con aquello que nos produce estrés. No se puede simplemente no hacer nuestro viejo mal hábito - puesto que esto dejará sin cubrir una necesidad, un agujero que tiene que ser llenado con el antiguo hábito si no llenamos la necesidad de alguna manera. Así que tener un buen hábito para hacer cuando estemos estresados, o cuando alguien se enoje con nosotros, etc. Hagamos una lista de todos los impulsos en nuestro “Plan de Dejar”, con un nuevo hábito para cada uno (un nuevo buen hábito puede servir para contrarrestar múltiples impulsos).
6. Mirar los impulsos, y mantener la calma. Habrá impulsos para hacer nuestro mal hábito. Estos impulsos son peligrosos si sólo actuamos sobre ellos sin pensar. Aprendamos a reconocerlos a medida que ocurren, analizar cómo ocurren y hacernos más fuertes. Tomar las decisiones con calma para evitar actuar de manera impulsiva. Respirar. Beber un poco de agua. Llamar a alguien en busca de ayuda. Ir a caminar. Salir de la situación. El impulso va a desaparecer, si sólo se retrasa.
7. Hacer el nuevo hábito cada vez que pasa el impulso. Esto toma mucho esfuerzo consciente - ser muy conscientes de cuándo ocurre el impulso, y muy consciente de hacer el nuevo hábito en lugar de lo que hacíamos anteriormente. Si nos equivocamos, perdonarnos a nosotros mismos, pero hay que ser muy conscientes de ser consistentes, así el nuevo hábito comenzará a ser automático. Esta es una razón que es difícil dejar los malos hábitos - si hay varios impulsos que suceden sin nosotros controlarlos durante todo el día, significa que tenemos que ser conscientes del cambio de hábito durante todo el día, todos los días, por semanas o más.
8. Ser conscientes de nuestros pensamientos. Justificamos los malos hábitos con el pensamiento. Hay que fijarse en nuestros pensamientos y darnos cuenta de cuando estámos haciendo excusas para hacer el viejo mal hábito, o cuando nos sentimos con ganas de rendirnos en lugar de persistir. No creamos en nuestras racionalizaciones.
9. Dejarlo gradualmente. Hasta hace poco, era un fan de la filosofía dejarlo de una vez por todas, pero ahora creo que se puede dejar gradualmente. Eso significa por ejemplo, dejar de fumar de de 20 cigarrillos a 15, luego 10, luego 5, luego cero. Si hacemos esto una semana a la vez, no parecerá tan difícil, y puede que tengamos una mejor oportunidad de éxito.
10. Aprender de los errores. Todos fallamos a veces - si lo hacemos, perdonarnos, y no dejarnos que un error nos atormente. Ver lo que pasó, aceptarlo, averiguar un plan mejor para la próxima vez. Escribir esto en nuestro “Plan de Dejar”. Nuestro plan ira mejorando a medida que continuemos avanzando. De esta manera, los errores están ayudando a perfeccionar el método.
No estoy diciendo que esto sea un método fácil, pero muchas personas han fracasado porque ignoran las ideas de aquí. No seamos uno de ellos. Pongamos todo en este esfuerzo, encontramos nuestra motivación, y reemplacemos el hábito negativo con un hábito mejor para cada impulso.
Te invitamos a conocer más sobre el autor en: http://zenhabits.net/ y puedes leer la versión orginal en ingles aquí.