Seis enfoques para hacer de los errores nuestros aliados

Equivocarse es parte de cada proceso, asi aprendimos a caminar, hablar y cualquier otro tipo de habilidad que hemos desarrollado en nuestra vida. El problema es cuando llega la etapa de nuestras vidas donde el error ya no es parte del proceso sino una carga que queremos evitar a todo costa, incluso en detrimento de nuestra propia persona y progreso.


Ya sea porque tenemos un trabajo donde equivocarnos o intentar algo nuevo puede significar perderlo, o por que ya nos acostumbramos a vivir de cierta forma, también puede ser porque intentar algo nuevo puede recordarnos escenarios de nuestra vida que ya no queremos volver a pasar.

Sea como sea, tenemos que darle bienvenida a los errores porque de otra manera nos estamos estancados. Para incorporar esta práctica de manera más fácil en nuestra vida, recomendamos estos seis enfoques:

Ningún error es permanente: Nada de lo que hagamos nos tiene que perseguir por el resto de nuestras vidas. Cerrar procesos, reconocer lo bueno y lo malo, seguir adelante.

Ningún error tiene que ser una carga durante todo el día: Si hacemos algo que no fue lo ideal en la mañana, no tenemos que vivir el resto del dia con sentimientos de culpa, remordimiento o de hubieras. Lo que paso, paso, ver lo que todavía podemos hacer con el tiempo que tenemos.

Distinguir cuales están fuera nuestro control: Hay situaciones que no dependen de uno, ser honestos con nosotros mismos para saber distinguir cuáles son estas. No obstante, asumir responsabilidad completa por todo lo que nos sucede en nuestra vida, es la mejor forma para evitar incorporar en nuestras vidas las culpas y excusas.

Reconocer que son parte del proceso de aprendizaje: Nunca nadie fue bueno en algo sin practicar, aprender, equivocarse y seguir buscando nuevas formas que nos impulsen a continuar creciendo. La clave es permanecer incómodos.

Valorar la enseñanza que cada uno de estos nos otorga: Las lecciones que cada proceso nos da, son invaluables y saber que estos “errores” han sido guías para poder alcanzar aquellas cosas que nos hemos propuesto.

Un error es más valioso que no intentarlo: Sin riesgos, nunca sabremos lo que podemos alcanzar.

¿Errores?, muchos,
¿el peor?, el que no hacemos por miedo.

BienestarINSPIRAS